El proyecto del auditorio contempla un permanente diálogo entre el espacio exterior y el edificio. El pavimento de la plaza, en suave pendiente, invade el vestíbulo del auditorio a través de una secuencia de espacios que provocan una transición entre el exterior y el interior por debajo de las salas de audición, formando vestíbulos, foyers y espacios de relación.
El proyecto del auditorio contempla un permanente diálogo entre el espacio exterior y el edificio. El pavimento de la plaza, en suave pendiente, invade el vestíbulo del auditorio a través de una secuencia de espacios que provocan una transición entre el exterior y el interior por debajo de las salas de audición, formando vestíbulos, foyers y espacios de relación.
El volumen general se descompone en cuatro piezas. En las primeras se encuentran las salas de audición. La mayor para música sinfónica, la menor para música de cámara. Bajo estas salas se ubican el vestíbulo, las zonas de espera y el bar. Arropando todos estos espacios se desarrollan cuerpos laterales de menores dimensiones. En uno de ellos se concentra todo el programa de soporte a las salas de audición: camerinos, vestuarios, salas de ensayo, biblioteca, almacenes, zona administrativa, etc., así como salas de prensa y de representación.